Llena tus ojos de ilusión -decía-.
Vive como si fueras a morir dentro de diez segundos.
Ve al mundo.
Es más fantástico que cualquier sueño real o imaginario.
No pidas garantías, no pidas seguridad.
Nunca ha existido algo así.
Y, si existiera, estaría emparentado con el perezoso que cuelga
boca abajo de un árbol, todos y cada uno de los días, empleando
la vida en dormir.
Al diablo con eso -dijo- sacude el árbol
y haz que el gran perezoso caiga sobre su trasero.
p. 176 Ray Bradbury. FARENHEIT 451 (Plaza & Janés)